Originalidad
de los planteamientos teológicos de los
hassidim:
*
Nuestras acciones dan forma personal a Dios:
Está
escrito: "¿A quién, pues, que pueda comparárseme, me haréis
semejante?" (Isaías 40:25). "La verdad es que somos nosotros quienes
damos a Dios una figura semejante a un hombre. Le damos esa figura
cuando servimos con corazones devotos. Con nuestra devoción damos
una figura humana a nuestro Creador, a él, bendito sea su nombre,
que no puede ser comparado con nadie. Cuando un hombre
misericordioso brinda su ayuda con amor, contribuye a dar forma a la
mano derecha de Dios. Y cuando un hombre libra la batalla de Dios y
aniquila el mal, contribuye a dar forma a la mano izquierda de Dios.
Aquel que se yergue en el trono, sois vosotros quienes lo habéis
hecho".
*
Dios como lugar a donde va a parar todo lo vivido y lo experimentado
de la experiencia de las criaturas: "Dios guarda en su memoria sólo
aquello que el hombre olvida (...) Tú eres aquel que rememora
eternamente todas las cosas olvidadas".
*
La esencia de la fe es que todo lo que sucede es voluntad divina:
"R. Búnam estaba paseando con un discípulo por las afueras de la
ciudad. Se inclinó, recogió una pizca de arena, la miró y la
devolvió exactamente al lugar en que la había hallado. "Aquel que no
cree", dijo, "que Dios quiere que ese poco de arena esté en ese
preciso lugar, no cree en absoluto".
*
Sobre la "otra vida" hablan de "el mundo de la ilusión en el que se
extravían las almas de los que mueren engañados por su propia
vanidad".
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Dios es "lugar": Explicando la realidad de que Dios sea "manifiesto
y oculto" dice uno de los jasidim: "El hombre sensible debe sentir
su divinidad como siente el lugar en que se afirma. Y así como no
puede imaginarse sin ese lugar, así, con toda sencillez, debe
hacerse consciente de El, que es el lugar del mundo, el sitio
manifiesto que abarca el universo...".
*
El sabor del pan es Dios: "Rabí Búnam dijo una vez durante la
tercera comida del shabat: 'Está escrito: 'Prueba y verás que el
Señor es bueno'. Lo que saboreais del pan no es su gusto verdadero.
Sólo los tzadikim, que han purificado sus miembros, experimentan su
verdadero sabor, tal como Dios lo creó. Ellos prueban y ven que el
Señor es bueno".
*
Dios es la esencia de las cosas: "La vida del hombre no es sostenida
por la sustancia del pan sino por las chispas de vida divina que hay
en él. Todo existe a causa de su vida vivificante, y cuando El se
retira de alguna cosa, ésta se desmigaja hasta que no queda
nada".
*
Aceptar la realidad es reconocer a Dios: "Rabí Búnam estaba paseando
con un discípulo por las afueras de la ciudad. Se inclinó, recogió
una pizca de arena, la miró y la devolvió exactamente al lugar en
que la había hallado. 'Aquel que no cree', dijo, 'que Dios quiere
que ese poco de arena esté en ese preciso lugar, no cree en
absoluto".
Y
en otro texto leemos: "la mayor devoción, mayor que el estudio y la
oración, consiste en aceptar el mundo tal y como es".
*
La necesidad de las criaturas es obra de la Rahma de Allah: Al
explicar el pasaje del Génesis en el que se condena a la serpiente a
comer el polvo de la tierra, como quiera que esto no parece una
maldición sino al contrario, ya que dondequiera puede encontrarse
este "alimento", explica un tzadik: "A la serpiente, fuente de todo
mal, Dios le otorgó cuanto necesita, a fin de que jamás deba pedirle
nada en absoluto. Por eso siempre, en todos los tiempos, Dios provee
al malvado de abundantes riquezas".
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Pasar por el mundo sin hacerse notar. Respetar al mundo, no tocarlo,
es reconocimiento de la perfección con que lo ha hecho su señor:
Contaba Rabí Naum: "Cuando mi hermano David Moshé abre el Libro de
los Salmos y empieza a recitar las alabanzas, Dios le dice: 'David
Moshé, hijo mío, pongo el mundo entero en tus manos. Haz con él lo
que quieras'. ¡Oh, si me diera el mundo, yo sabría bien qué hacer
con él! Pero David Moshé es un servidor tan fiel que, cuando
devuelve el mundo, está exactamente tal como lo recibió".
*
Lo que nos va consumiendo físicamente y acaba con nuestras energías
corporales es la falta de amor por los demás: "Cuando los discípulos
de Rabí Zera quisieron saber cómo había vivido tanto tiempo él
explicó que se debía a que jamás se había regocijado por la desdicha
de nadie".
*
A veces "aprender de un maestro" es algo cuya dimensión espiritual
no sabe percibir: "aprendí de mi maestro a dormirme instantáneamente
cuando voy a la cama". Esto en boca de un jasid es tanto como decir:
aprendí a no tener ni la menor resistencia a la muerte que supone
cada entrada en el sueño porque sabía que Dios me esperaba tras esa
muerte y que -si era su voluntad- me resucitaría a la mañana
siguiente.
*
Cualquier cosa que se hace es la más importante: "Poco tiempo
después de la muerte de Rabí Moshe, Rabí Mendel de Kotzk preguntó a
uno de sus discípulos: '¿Qué era lo mas importante para vuestro
maestro?'. El discípulo reflexionó y luego dijo: 'Cualquier cosa que
estuviera haciendo en el momento".
*
Los ángeles están quietos: "Sabed que los ángeles permanecen en su
lugar. Constantemente permanecen en su lugar, cada uno en su propio
peldaño pero nosotros nos movemos, nos movemos de un peldaño a otro.
Porque los ángeles no están revestidos de carne; no pueden ocultarse
mientras cumplen su servicio, y cualquiera que sea el peldaño en que
se encuentren, siempre están manifiestos. Pero el hombre en esta
tierra está revestido de carne y puede ocultarse dentro de su
cuerpo. Y así, oculto a las miradas, puede moverse de un peldaño a
otro".
"El
ascenso y el descenso de los ángeles (a la tierra)', decía otro
tzadik, 'depende de mis obras"
Trato de los justos con
las "cosas"
*
En cierta ocasión un tzadik que iba de camino con sus jasidim se
detuvieron en la casa de un judío para celebrar el shabat. Era una
casa maloliente y se fueron de ella a buscar otro sitio. A mitad de
camino el tzadik dijo que debían de volver a la casa porque "los
muros de esa casa le estaban convocando a juicio por haberlos
avergonzado públicamente".
*
En otra ocasión, un tzadik convocó como testigo a su juicio personal
tras esta vida a una mesa.
El tzadik como
chamán
*
La danza como rito mágico: Rabí Uri fue a pedir limosna al rabí de
Sasov y como era pobre, contestó: "No tengo dinero', dijo el rabí,
'pero bailaré un poco para ti'. Bailó durante toda la noche, y Rabí
Uri no apartó de él los ojos, porque cada uno de sus pasos tenía un
significado sagrado".
*
El poder del tzadik:
-
"...no es un perezoso. Puede hacer temblar al mundo como cualquiera
sacude un árbol del bosque".
-
"...pero en realidad era uno de los treinta y seis tzadikim ocultos
que, de acuerdo con la tradición, sostienen el mundo".
-
"La estructura del mundo se mantiene gracias al tzadik".
*
Curación de una mujer que concebía hijos que morían pronto (con
razonamientos espirituales):
"Hija
mía, cuando yaces con tu esposo tu alma se eleva en éxtasis hasta
las alturas y es por eso que los hijos que concibes carecen de la
suficiente sustancia terrenal. Debes traer tu alma hacia la tierra y
entonces engendrarás un hijo que habrá de vivir"
*
Curación chamánica de una estéril:
"...
sólo el rabí de Radoshitz podía ayudarla (...) Cuando la mujer hubo
referido su tribulación a R. Isajar Ber, éste se encaró con ella y
la riñó: '¡Que es todo esto de niños deseados! ¡Tú, impúdica ramera!
¡Fuera de aquí!'.
La
joven mujer, que había sido educada con delicadeza y jamás había
oído una palabra áspera, huyó deshecha el lágrimas. '¡Ahora lloraré
y lloraré hasta morir!', se dijo a sí misma. Pero su suegra volvió a
lo del rabí y le preguntó por qué había humillado hasta ese extremo
a la pobre mujer, siendo que ella no había cometido pecado
alguno.
'Dale
la enhorabuena', contestó el rabí. 'Ahora todo andará bien. No había
otro camino sino sacudirla hasta lo más hondo'. La mujer regresó y
él le dio su bendición.
A
poco de retornar al hogar ella concibió un niño".
Teología de la
palabra
*
"Preservarás la plenitud de cada palabra".
*
"Cuando pronunciéis una palabra ante Dios, entrad en esa palabra con
todos los miembros (de vuestro cuerpo)".
*
"Cada palabra tiene una forma perfecta que le es propia, y todo
aquel que arroja el sonido de la palabra a los demonios está pecando
contra ella como quien se levanta contra su prójimo y le da
muerte".
*
Las palabras "habitan el mundo de la Verdad". Si alguien hace voto
de silencio, no molesta a las criaturas, pero ni una sola de sus
palabras llegan a estar en "el mundo de la Verdad".
*
"Cuando llegues a comprender la verdadera esencia de lo que tú mismo
dices, entonces comprenderás el lenguaje de todas las
criaturas".
*
"Rabí Hirsh se quejó una vez ante su maestro de que siempre que
oraba veía letras y palabras llameantes destelleando ante sus ojos:
'Éstas', dijo Rabí Mendel, 'son las concentraciones místicas de
nuestro maestro Rabí Isaac Luria. Por lo tanto, ¿cual es el motivo
de tu queja?'.
'Quiero
orar concentrándome sólo en el significado de las palabras',
contestó Rabí Hirsh.
'Lo
que tienes en la mente', dijo Rabí Mendel, 'es un elevadísimo
peldaño que sólo un hombre de cada generación puede alcanzar: el de
haber aprendido toda la sabiduría secreta y orar entonces como un
niño pequeño".
*
Un tzadik declaró: "Si supiera que dije 'Amen' sólo una vez de la
manera que hay que decirlo, no habría nada que me
preocupara".
Teología del
cuerpo
*
El engarce de la joya de nuestra alma es nuestro cuerpo. Tanto mayor
es nuestra alma, tanto más vigoroso tiene que ser su engarce. Tanto
más hermosa es nuestra alma, tanto más bello debe ser el engarce.
"Cuanto más grande y luminosa es un alma, mayor es la grandeza de la
'cáscara' que la envuelve".
*
"Cada parte del cuerpo de Abraham cumplía por sí misma el
mandamiento que le estaba destinado".
*
"Cuando era niño', dijo Rabí Shlomó Leib de Lentshno, 'conjuré a
todas las partes de mi cuerpo a no hacer nada salvo lo que fuera
voluntad de Dio. Y todas consintieron; todas excepto mis ojos. Así
que me dije que no los abriría y permanecí acostado. Cuando mi madre
me preguntó por qué no me levantaba, me negué a contestar y ella me
castigó con una vara. Entonces les pregunté si ya estaban dispuestos
a prestar juramento. Pero ellos aún se resistían. Finalmente mi
madre me golpeó tan fuerte que se compadecieron de mí y dijeron
'Sí'. Entonces pude levantarme".
*
En el colmo de la coherencia uno de los tzadik no necesitaba ponerle
azúcar al café, y explicó cuando le preguntaron: "¿Por qué están
divididas las facultades entre los miembros del hombre, siendo que
todos ellos fueron hechos de la misma sustancia? ¿Por qué los ojos
sólo pueden ver y los oídos sólo pueden oír? Porque por el pecado
del primer hombre no están en armonía. Pero todo aquel que llega
rectamente hasta la raíz misma de su alma, hasta el pecado de Adán,
traerá la unidad a su cuerpo. Y ese hombre puede degustar lo dulce
incluso con los ojos".
Noticias del mundo
no-visto
*
Un tzadik jugaba al ajedrez con un amigo suyo ateo, al que quería
redimir. En cierto momento en que el tzdaik creyó haberle sugerido,
a través del juego, el peligro en que se encontraba su alma, el ateo
levantó la cabeza y lo vió "inmóvil y silencioso, el alma envuelta
en llamas".
*
A uno de ellos que estaba apenado por la pérdida de su maestro
muerto, se le apareció éste. Pero se encontró con esta respuesta de
su discípulo: "No deseo las elevaciones del espíritu sin la
vestidura de la carne". Y otro que le sucedió igual exclamó: "Yo no
quiero un maestro del otro mundo".
*
Uno de los maestros estaba bailando en una boda cuando se quedó
paralizado. '¿Qué le ocurre?' se preguntaron. 'Acaba de morir el Rav
de ..., pero la alegría de la boda tiene que continuar',
contestó.
*
Hablaban dos jasidim, y uno de ellos declaró que por las tardes veía
al ángel que aleja la luz para dar paso a la oscuridad y por las
mañanas veía al ángel que aleja la oscuridad para dar paso a la luz;
el otro repuso que esas cosas pasan cuando uno es
joven.
Conceptos
claramente relacionables con el Islam
*
La BARAKA como fluído inmaterial que se contagia por cercanía:
"Al
principio, cuando vine para escuchar a mi maestro, no estaba todavía
en condiciones para comprenderlo. Y entonces yo abría la boca a todo
lo ancho de modo que por lo menos su santo aliento penetrara en
mí".
*
El DANB es una situación y no una disposición de ánimo: "A veces
sucede que un hombre se hace pecador sin que él mismo sepa cómo
aconteció". El estar "lejos de la Presencia" no es el resultado de
la libertad humana sino de una serie que acontecimientos que no
conseguimos evitar.
*
LA DISCUSIÓN SOBRE ASUNTOS DE RELIGIÓN no es algo que vaya contra la
cohesión de la comunidad muhammadiana, sino señal de vitalidad y
garantía de frescura teológica: Como ya se expone en el Tratado de
Principios V, 20, "las disputas por asuntos del Cielo brotan de la
raíz misma de la Verdad".
*
EL SALAT DE ALLÂH: Los musulmanes, después de nombrar al Profeta
decimos "el salat de Allah sobre él y la paz" (salla lahu alaihi wa
sallam); en un momento del viaje nocturno del Profeta (sws), se le
dice que espere que "está haciendo salat su Señor". En la tradición
bíblica dice Dios en Isaías 56:7: "los recrearé en mi casa de
oración", y en el Talmud (Berajot 7a) que Dios mismo reza... ¿Qué
significa todo esto?. Contesta un jasid:
"Dios
se complace en la plegaria del hombre justo. Y más aún: Dios es
quien despierta en él esa plegaria y le otorga la fuerza para orar.
Así, pues, la plegaria del hombre es la plegaria de Dios".
*
A la falta de IJLÁS se le llama "hacer las cosas con el corazón
dividido".
*
ICONOCLASTIA aplicada a los propios ritos y objetos religiosos:
"Está escrito: 'Guardaos, pues, de olvidaros del pacto que el Señor
vuestro Dios estableció con vosotros y no os hagais escultura o
imagen de ninguna cosa que el Señor tu Dios te haya mandado' (Deut.
4:23), y no -como el sentido lo exige- 'como el Señor tu Dios te ha
vedado'. El tzadik, que estaba escuchando, se unió a la discusión.
'La Torá nos advierte', dijo, 'que no debemos hacer imagen esculpida
de nada de lo que el Señor nuestro Dios ha mandado".
*
El NAFS como algo que hay que agigantar y no destruir: "Pienso que
debería de tratar de crecer un poco por encima y más allá de
mí".
*
TAUBA (el "retorno"): "Nada hay (en el mundo) que pueda resistirse a
la vuelta". " Todo lo creado debe cumplir su retorno". La tauba
verdadera es la que no se hace esperando que tenga éxito porque es
inconcebible que después de nuestro alejamiento de Dios pueda tener
lugar un reencuentro.
He
vuelto a este lugar porque la tauba debe producirse allí mismo donde
tuvo lugar el danb. Porque el lugar debe también hacer tauba por la
acción que hicimos sobre él. Así se purifica el lugar que fue
profanado. El lugar es parte de nosotros, y debemos de llevarlo con
nosotros en nuestra tauba. En la Biblia dice Dios: "Tornaos a mí...
y yo me tornaré a vosotros" (Zacarías 1:3, Malaquías 3:7).
*
Escena de HUSHUA: "Una vez, en la víspera de Año Nuevo, cuando Rabí
Moshé iba hacia el pupitre del lector para orar, lo acometió un
temblor en todo su cuerpo. Se aferró al púlpito, pero también éste
empezó a balancearse. El tzadik sólo pudo recuperar su equilibrio
inclinándose hacia atrás. Parecía como si impulsara el temblor hacia
adentro. Sólo entonces logró pararse firmemente en su sitio y
empezar a orar".
*
el SULUK (viaje): "Viajo continuamente a ese sitio donde puedo
aferrarme a Dios".
*
YAQADA o "despertar": "alcanzar el estado del perfecto
despertar".
*
ADAM universal: "Cuando el hombre se purifica y santifica en todos
sus miembros, purifica y santifica a todas las criaturas".
*
EXPLICACIÓN DEL ACTUAR MALVADO DE LAS CRIATURAS: "indago en las
raíces de su alma, hasta llegar allí donde la maldad puede ser
identificada con la necesidad" (no textual).
*
EL MATRIMONIO ES LA MITAD DEL DINN, "el soltero es considerado en el
Talmud medio cuerpo": "Hasta ahora he cumplido la santa unificación
por medio del matrimonio".
*
DU'A también significa en árabe "maldición": "... cuando podrías
atraer sobre ellos el castigo de Dios por medio de la
plegaria".
*
HAUF es Temor de Dios sin conciencia de estar temiéndolo: "El Rabí
de Kotzk conversó una vez con uno de sus jasidim de este modo:
-
¿Has visto alguna vez a un lobo?
-
Sí
-
¿Y te asustaste?
-
Sí
-
¿Y tenías conciencia de estar asustado?
-
No. Estaba asustado simplemente.
-
Así es como debe ser cuando tememos a Dios.
*
CREACIÓN PERPETUA: "Momento tras momento, el universo requiere la
renovación de los poderes de la palabra primordial a través de la
cual fuera creado. Y si la fuerza de esos poderes cesara por un solo
instante, se precipitaría en el caos".
*
la DIVINA ARROGANCIA DE LOS MÍSTICOS (shatj): "Rabí Mendel de Kotzk
dijo una vez a su yerno: 'Mi alma es una de aquellas que provienen
de los tiempos anteriores a la destrucción del Templo. No pertenezco
a las gentes de hoy. Y la razón para que yo haya venido a este mundo
es marcar las diferencias entre lo sagrado y lo profano". En otra
ocasión dijo a sus jasidim: "¿Sabes quien soy yo? Fue Rabí Ber y fue Rabí
Schmelke; fue Rabí Elimelej, fue el Rabí de Lublin, fue el santo
Iehudí y fue Rabí Búnam. Yo soy el séptimo. Soy la quintaesencia de
todos ellos. Yo soy el shabat".
*
De UN PRINCIPIO ÚNICO emanan todas las diferencias del mundo
manifestado: "...en los mundos superiores no existen las
contradicciones. Y lo que entre sí se opone, tal como prohibición y
permiso, culpabilidad e inocencia, son un todo unificado. La
distinción entre prohibición y permiso aparece únicamente en sus
acciones en la tierra".
ANTOLOGÍA DE TEXTOS
JASÍDICOS
(Traducidos
por Ana Mª G. de Cantor, y editados por Paidós)
LA MONTAÑA ENCENDIDA
Rabí
Zvi, el hijo de Baal Shem, contó que:
"Algún
tiempo después de la muerte de mi padre lo vi bajo la forma de una
montaña encendida que estallaba en incontables chispas. Le pregunté:
"¿Por qué apareces bajo este aspecto?" El me respondió: En esta
forma serví a Dios."
EN
EL ESTANQUE
Después
de la muerte del Maguid sus discípulos se reunían y hablaban sobre
las cosas que había hecho. Cuando le tocó el turno a Rabí Shneur
Zalman, éste les preguntó: "¿Sabéis por qué nuestro maestro iba
hacia el estanque todos los días antes del alba y permanecía allí
por breves momentos antes de regresar a su casa?". Ellos no le
supieron contestar. Rabí Zalman continuó: "Estaba aprendiendo el
canto con el cual las ranas alaban a Dios. Lleva largo tiempo
aprender ese canto".
BALBUCEOS
Rabí
Leví Itzjac llegó una vez auna posada donde se detenían muchos
mercaderes en camino hacia el mercado. El sitio estaba lejos de
Berditchev, de modo que nadie conocía al tzaqdik. Temprano en la
mañana los huéspedes quisieron rezar, pero como sólo había un par de
filacterias en toda la casa, uno tras otro se las ponían y, después
de decir rápidamente sus oraciones, las iban pasando al siguiente.
Cuando todos hubieron orado, el rabí llamó a los jóvenes,
diciéndoles que quería preguntarles algo. Cuando se acercaron, los
miró gravemente al rostro y dijo: "Ma-ma-ma; da-da-da."
"¿Qué
quieres decir?", exclamaron los jóvenes. Pero él se limitó a
repertir las mismas sílabas sin sentido. Lo tomaron por un
tonto.
Entonces
él dijo: "¿Cómo no entendéis vosotros este lenguaje, que acabáis de
emplear al hablar a Dios?"
Por
un instante los jóvenes, tomados por sorpresa, permanecieron en
silencio. Después uno de ellos dijo: "¿Nunca visteis a un niño en la
cuna, que aún no sabe combinar los sonidos para formar palabras?
¿Nunca lo oísteis emitir balbuceos, tales como ma-ma-ma;
da-da-da? Ni todos los sabios y eruditos del mundo podrían
entenderlo, pero no bien llega su madre, sabe exactamente lo que el
niño dice. " Al escuchar esta respuesta el rabí se puso a danzar de
alegría. Y desde aquella oportunidad, toda vez que en los Días de
Temor habló a Dios a su propio modo en medio de una plegaria, nunca
dejó de contarle esta respuesta.
EL
COMPLOT INICUO
"¡No
debemos mortificar nuestra carne!", esto es lo que el rabí de
Berditchev solía decir. "Nada representa, sino la tentación de la
inclinación al mal, que quiere debilitar nuestro espíritu para
impedirnos servir correctamente a Dios.
Una
vez dos hombres fuertes luchaban entre sí y ninguno lograba
prevalecer sobre su adversario. Entonces uno de ellos tuvo una idea.
"Debo ingeniarme para disminuir el poder de su mente -se dijo a sí mismo-, pues
así habré dominado su cuerpo". Esto es precisamente lo que la
inclinación al mal quiere que hagamos cuando nos tienta a mortificar
nuestra carne".
LA
DANZA
Cuando
su hijo murió, Rabí Leví Itzjac siguió el féretro danzando. Algunos
de sus jasidim no pudieron abstenerse de manifestar su asombro. El
dijo: "Un alma pura me fue dada. Un alma pura es lo que
devuelvo".
LAS
VESTIDURAS DE LA MISERICORDIA
Preguntaron
a Rabí Zusia: "Nosotros rogamos: `Y otorgamos buena misericordia...´
y `Quien otorgara buena
misericordia...´ ¿No es buena toda misericordia?"
El
explicó: "Desde luego que toda misericordia es buena. La verdad del
caso es que todo cuanto Dios hace es misericordioso. Pero el mundo
no puede soportar el baño puro de su misericordia, de modo que él la
ha envuelto en vestiduras. Por eso le rogamos que también las
vestiduras sean buenas".
DEVOCIONES
DE ZUSIA
Zusia
era una vez huésped en casa de rabí de Nesjzh. Poco después de
medianoche, el anfitrión oyó sonidos que provenían del cuarto de su
huésped, de modo que fue a la puerta y escuchó. Zusia corría de un
punto a otro de la habitación, diciendo: "¡Señor del mundo, yo te
amo! Pero, ¿qué puedo
hacer? nada puedo hacer".
Y luego empezó de nuevo a ir y venir corriendo, repitiendo lo
mismo hasta que de pronto se acordó de algo y exclamó: "¡Vamos! yo
sé silbar, de modo que silbaré algo para ti". Pero cuando empezó a silbar,
el rabí de Nesjizh sintió miedo.
FUEGO
Y NUBE
Se
cuenta que:
En
cierta Fiesta de las Cabañas, antes de que el mundo hubiese reparado
en Zusia, éste compartió la sucá (cabaña) del rav de Ostrog.
Al llegar la noche, el rav se tendía sobre su blando lecho, donde se
amontonaban almohadas y mantas, en tanto que Zusia dormía en el
suelo, a la manera de los huéspedes pobres del shabat. Durante la
noche (Zusia) se dijo: "Ah, Zishe tiene frío; no puede dormir en la
sucá". Al instante, un fuego descendió del Cielo y caldeó la cabaña
hasta tal punto que el rav de Ostrog debió echar a un lado el
colchón de pluma y las mantas. "Ya hace bastante calor". dijo Zusia.
De inmediato el Príncipe del fuego partió, y el rav de Ostrog debió
recubrirse con una manta tras otra. Esto ocurrió varias veces: el
calor se alternó con el frío, y cuando llegó la mañana el rav de
Ostrog ya no llamaba a su huésped "Zishe", sino "reb Zishe".
Concluida
la Fiesta de las Cabañas, Zusia quiso proseguir su viaje, pero sus
doloridos pies se negaron a llevarlo y él suspiró: "¡Oh Señor del
mundo, Zishe no puede caminar!". Entonces una nube descendió hasta
él y dijo: "Súbete".
"¡Rabí!",
exclamó el rav de Ostrog, "¡Alquilaré un carruaje para ti, pero
aleja esa nube!". En lo
sucesivo no lo llamó más "Reb Zishe" sino "Rebe Reb Zishe", y desde
entonces tal fue el nombre con que se lo conoció e el país
entero.
SOBRE
EL CELO ARDIENTE
Después
de muerto el Maguid, Shneur Zalman decidió abandonar para siempre la
ciudad de Mezritch. Cuando se despidió del hijo del Maguid, Rabí
Abraham, el Angel, quien le había impartido sabiduría secreta, éste
dijo que lo acompañaría y subió al carruaje, cuando hubieron pasado
la puerta de la ciudad, Rabí Abraham dijo al cochero: "Azuza tus
caballos y déjalos correr hasta que olviden que son caballos".
Zalman tomó a pecho esta palabras. "Me llevará algún tiempo aprender
esta manera de servir adecuadamente", dijo, y permaneció en Mezritch
un año más.
EN
ALABANZA DEL CANTO
Rabí
Pinjas se refería con gran elogio a la música y al canto. Una vez
dijo: "Señor del mundo, si pudiera cantar no te dejaría permanecer
en las alturas. Te acosaría con mi canto hasta hacerte descender y
te quedaras aquí con nosotros".
EL
VUELCO DEL TAZÓN
Se
cuenta que:
Estaba
una vez Rabí Elimélej tomando con sus discípulos la comida del
shabat. El sirviente depositó el tazón de sopa ante él. Rabí
Elimélej se puso de pie y lo volcó, de modo que la sopa se derramó
sobre la mesa. De inmediato el joven Méndel, que sería tiempo
después rabí de Rymanov, exclamó: "Rabí, ¿qué haces? ¡Nos
encarcelarán a todos!".
Los otros discípulos sonrieron ante estas palabras sin
sentido. Y hubiesen reído más alto de no haberlos contenido la
presencia de su maestro. Éste, sin embargo, no se sonrió. Asintió
con la cabeza al joven Méndel y dijo: "No temas, hijo mío¡".
Algún
tiempo después se supo que ese mismo día habían presentado al
Emperador, para que lo firmara, un edicto dirigido contra los judíos
de todo el país. Una vez y otra el Emperador tomó la pluma, pero
siempre ocurría algo que le impedía firmar. Finalmente firmó el
papel. Luego tendió la mano hacia el arenillero, pero tomó en su
lugar el tintero y derramó la tinta sobre el documento. Tras lo cual
desgarró éste y prohibió que volvieran a poner ese edicto ante sus
ojos.
EL
SILBATO PEQUEÑO
Un
aldeano que año tras año rezaba en la Casa de Oración del Baal Shem
durante los Días Austeros, tenía un hijo tan estúpido que no podía
aprender, no digamos ya el significado de las palabras santas, sino
ni siquiera la forma de las letras. En esas ocasiones no lo llevaba
a la ciudad porque el niño nada comprendía. Pero cuando cumplió
trece años y alcanzó la edad necesaria de acuerdo con la ley de
Dios, el padre lo llevó consigo por temor a que el muchacho pudiera
comer alguna cosa durante el ayuno del Día del Perdón simplemente
por ignorancia.
Pero
sucedió que el muchacho tenía un silbato pequeño que soplaba siempre
mientras estaba sentado en el campo, pastoreando las ovejas y los
becerros. Puso el silbato en el bolsillo de su blusa y lo llevó sin
que su padre lo notar. Hora tras hora el muchacho permaneció sentado
en silencio en la Casa de Oración, pero cuando comenzó el servicio
adicional dijo: "Padre, tengo aquí mi pequeño silbato. Quiero cantar
con Él." El padre se turbó grandemente y le ordenó que no pensara en
cosa semejante y el muchacho se contuvo. Pero cuando comenzó el
servicio de Minjá dijo nuevamente: "Padre, déjame tocar mi pequeño
silbato". El padre se enojó y le preguntó: "¿Dónde lo has puesto?".
Y cuando el muchacho se lo indicó, apoyó la mano sobre el bolsillo a
fin de que no pudiera tomarlo. La plegaria final había empezado. El
muchacho arrancose de la mano de su padre, tomó el silbato y sopló
una larga nota. Todos se asustaron y confundieron, pero el Baal Shem
prosiguió rezando, sólo que más rápida y fácilmente que de
costumbre. Más tarde dijo: "El muchacho tornó las cosas más fáciles
para mí."
LA
PALABRA DEL DISCÍPULO
Cierta
vez, un viernes, a la hora en que el tzadik examina su alma, el Baal
Shem vió oscurecerse el mundo entero y la chispa de la vida estuvo a
punto de extinguirse en él. Fue entonces cuando el más grande de sus
discípulos lo halló. "¡Señor y maestro!", exclamó. Tembló su voz y
no pudo añadir ni una palabra. Pero eso sólo bastó para que una
nueva fuerza inundara el corazón del Baal Shem y el fuego vital
ardiera en su interior.
UN
ALTO EN EL CAMINO
Se
cuenta que:
En
compañía de su hija Odel y de Rabí Zvi, el Escriba, el Baal Shem
partió hacia Tierra Santa para preparar la hora de la liberación.
Pero los cielos dispusieron que hiciera un alto en el camino. Cuando
el barco se dirigía desde Estambul a la Tierra de Israel, se detuvo
en una isla desconocida. Desembarcaron y, cuando trataban de
regresar al navío, se perdieron y cayeron en manos de ladrones. Rabí
Zvi dijo al Baal Shem: "¿Por qué callas? Haz lo que haces usualmente
y entonces seremos libres".
Pero
el Baal Shem respondió: "¡Ya nada sé! Todo conocimiento me ha sido
arrebatado. Ahora eres tú quien debe recordar lo que de mí has
aprendido y devolverme la memoria".
Rabí
Zvi dijo: "¡Tampoco yo sé más nada! Lo único que aún puedo
recordar es el alfabeto".
"¿Por
qué tardas?" -gritó el Baal Shem-. "¡Recítamelo!". Entonces el Escriba dijo el
alfabeto con el mismo fervor que siempre ponía en sus plegarias.
Repicó una campana y un viejo capitán apareció con su tropa de
soldados y los liberó sin pronunciar palabra. Los llevó a bordo de
su barco y los condujo a Estambul sin que ni él ni su gente
despegaran los labios. Cuando llegaron a tierra -era el séptimo día
de Pascua- el barco y su tripulación se desvanecieron. Entonces el
Baal Shem supo que había sido Elías el que los había salvado, pero
supo también que no debía proseguir su viaje, de modo que emprendió
el regreso a su hogar.
REMEDIOS
Una
vez Rabí Baruj fue a la ciudad a comprar medicinas para su hija
enferma. Su sirviente las puso sobre el antepecho de la ventana de
su cuarto en la posada. Rabí Baruj iba y venía, miró las pequeñas
botellas y dijo: "Si es la voluntad de Dios que mi hija Reizel se
recupere, entonces ella no tiene necesidad de medicinas. Pero si
Dios manifestara su maravilloso poder a los ojos de todos, entonces
nunca más nadie gozaría de libertad de elección. Cada uno sabría. Y
Dios quiere que los hombres elijan. Así pues, Él oculta sus acciones
en el devenir de la naturaleza y para eso creó las hierbas
curativas".
Luego,
paseando otra vez por la habitación, se preguntó: "Pero, ¿por qué
damos veneno a los enfermos?" Y respondió: "Las chispas que se
desprendieron de la iniquidad primigenia de los mundos y cayeron en
las cáscaras y penetraron en la materia de las piedras,
plantas y animales, ascienden todas para retornar a sus fuentes a
través de la santidad del hombre devoto que trabaja con ellas, las
usa y consume piadosamente. Pero, ¿cómo pueden ser redimidas
aquellas chispas que cayeron en los venenos amargos y en las hierbas
ponzoñosas? Para que éstas no permanezcan en el exilio Dios las
destinó a los enfermos: a cada uno los portadores de las chispas que
corresponden a la raíz de su alma. Por eso los enfermos son los
médicos que curan a los venenos."
DECIR
LA TORÁ Y SER LA TORÁ
Rabí
Leib, hijo de Sara, el tzadik oculto, que erraba sobre la tierra
siguiendo el curso de los ríos a fin de redimir las almas de los
vivos y de los muertos, dijo esto: "Yo no voy a lo del maguid para
escucharle decir la Torá, sino para ver como desata sus zapatos de
fieltro y los vuelve a atar".
PARA
SÍ MISMO
En
un sermón que Rabí Míjal pronunció ante un gran auditorio, dijo:
"Mis palabras serán escuchadas". Y agregó inmediatamente: "Yo no he
dicho: `Escuchad mis palabras´, dije `Mis palabras serán
escuchadas´. ¡Me dirijo también a mí! ¡También yo necesito escuchar
mis palabras!".
EN
LA ÚLTIMA HORA
Cierta
noche de Año Nuevo, el maguid de Zlotchov vió a un hombre que había
sido lector en su ciudad y que había muerto hacía poco. "¿Qué haces
aquí?, le preguntó.
"El
rabí sabe" -dijo el difunto- "que en esta noche las almas se
encarnan nuevamente. Yo soy una de esas almas".
"¿Y
por qué fuiste enviado otra vez?", preguntó el maguid.
"Yo
llevé en la tierra una vida sin tacha", respondió el difunto.
"¿Y
sin embargo, te ves forzado a vivir una vez más?", insistió el
rabí.
"Antes
de mi muerte" -dijo el hombre- "pensé sobre todo lo que había hecho
y encontré que siempre había actuado rectamente. Y en medio de ese
sentimiento fallecí. Así pues, ahora debo retornar al mundo para
expiar mi soberbia".
En
esa misma época nació un hijo del maguid. Su nombre era Rabí Wolf y
fue muy humilde.
LA
NORMA
Rabí
Mordejái de Nesjizh dijo a su hijo, el rabí Kovel: "¡Hijo mío, hijo
mío! Aquel que no siente los dolores de una mujer que está dando a
luz dentro de en circuito de cincuenta millas, que no sufre con ella
y ruega porque su sufrimiento sea mitigado, no merece ser llamado
tzadik."
Itzjac,
su hijo menor, que más tarde lo sucedió en su misión, tenía diez
años en aquel entonces y estaba presente cuando esto fue dicho. Ya
viejo refirió la historia y añadió: "Yo escuché atentamente, pero
pasó mucho tiempo antes de que comprendiese por qué él habló en mi
presencia".
EL
ENCUENTRO
Las
ciudades de Pinsk y Karlín están cerca una de otra, una sobre la
margen norte de un río, la otra sobre la orilla sur. Cuando Rabí
Shlomó era un joven pobre, que enseñaba a niños pequeños en Karlín,
Rabí Leví Itzjac, que había de ser rabí de Berditchev, era el rav de
Pinsk. Un día dijo a su criado que fuese a Karlín y buscara a un
hombre llamado Shlomó, hijo de Iuta. Debía pedirle que fuese a
Pinsk. El criado indagó largo tiempo. Por fin, en las afueras de la
ciudad, en una casita desvencijada, halló al melamed Shlomó y le dió
el mensaje. "Iré puntualmente", dijo Rabí Shlomó.
Pocas
horas después, cuando cruzó el umbral de Rabí Leví Itzjac, éste se
puso de pie y dijo: "Bendito el que llega", y acomodó él mismo una
silla para su huésped. Durante una hora permanecieron sentados uno
frente al otro, con rostros resplandecientes y mirada intensa, en
silencio. Por fin se levantaron y se rieron. "¿De qué estarán
riéndose?", pensó el sirviente que desde la puerta había asistido a
la escena. Y Rabí Shlomó se despidió.
Y
los jasidim dijeron que, gracias a la reunión de ellos dos, el
exilio, que había estado amenazando a los judíos de esa región,
había sido evitado, y tal era la causa de sus alegres
risas.
EL
RIESGO DE ORAR
Alguien
pidió a Rabí Shlomó de Karlín que le prometiera visitarlo al día
siguiente. "¿Cómo puedes", respondió el tzadik, pedirme semejante
promesa? Esta tarde debo orar y recitar `Oye, oh Israel´. Mientras
digo estas palabras, mi alma se aleja hasta el borde mismo de la
vida. Después viene la tiniebla del sueño. Y cuando es de día, la
gran Oración Matutina está corriendo por todos los mundos,
finalmente, cuando caigo sobre mi rostro, mi alma se inclina sobre
la orilla de la vida. Quizá tampoco esta vez muera, pero, ¿cómo
puedo prometerte ahora algo que habría de hacer en un momento
posterior a la oración?"
EL
ESPÍRITU DE SU HERMANA
Se
cuenta que:
El
maguid de Koznitz tenía una hermana que murió joven. Pero en el
mundo superior le dieron permiso para permanecer en casa de su
hermano.
El
maguid siempre veló por que se confeccionaran ropas para los
huérfanos indigentes. Cuando los comerciantes le llevaban el
material necesario, él decía: "Preguntaré a mi hermana si esta tela
es de buena duración y vale la pena comprarla", y ella siempre le
daba información correcta.
Ella
vigilaba todo cuanto hacían los servidores, y cuando uno u otro
robaba una hogaza de pan o un trozo de carne, inmediatamente
informaba del robo a su hermano. El detestaba ese chismerío, pero no
podía disuadirla de tal hábito. Una vez perdió los estribos y le
dijo: "¿No te tomarías un pequeño descanso?". A partir de ese
momento, ella desapareció.
EL
NIDO DEL PÁJARO
Una
vez el Baal Shem permaneció rezando en la Casa de Oración durante
muy largo tiempo. Sus discípulos habían terminado de orar, pero él
proseguía sin prestarles atención. Esperaron por él un lapso
razonable y luego se fueron a sus ocupaciones. Después de algunas
horas regresaron a la Casa de Oración y encontraron al rabí
entregado aún a sus plegarias. Más tarde el Baal Shem les dijo:
"Os
habéis ido y me habéis dejado solo y esa separación fue dolorosa
para mí. Os contaré una parábola:
Sabéis
que hay pájaros viajeros que en el otoño vuelan hacia los países
cálidos. Pues bien, la gente de esas comarcas vió una vez un pájaro
maravilloso de bellos colores en medio de una bandada que volaba por
el cielo. Jamás los ojos de los hombres habían contemplado un pájaro
tan admirable. Se posó en la copa del árbol más alto y anidó entre
el follaje. Cuando el rey de esa nación oyó hablar de ello ordenó a
sus hombres que formaran una escala para subir al árbol. Y uno se
montó sobre los hombros del otro hasta que fue posible llegar lo
bastante alto como para apoderarse del nido. Pero llevó un largo
tiempo construir esta escalera viviente. Aquellos que estaban cerca
del suelo perdieron la paciencia. Sacudieron los hombres para
liberarse y todo se desplomó".
NUEVA ANTOLOGÍA DE
TEXTOS
*
PODER CHAMÁNICO Y HUMILDAD: "Una vez el Iehudí se paseaba por la
calle. Durante horas habló con la gente sencilla sobre asuntos
aparentemente vanos y terrenales, más en realidad estaba llevando a
cabo maravillosas unificaciones en los mundos superiores. Entonces
la inclinación al mal vino a él y le susurró: "¡Mira cuán grande y
espléndido es el poder de tu alma!". Pero él repuso: "¿De qué
pretendes que me vanaglorie? Estoy cierto de que todos hacen lo
mismo que yo. Sólo que yo lo noto tan poco en ellos como ellos en
mí".
*
AUTENTICIDAD DE LA EXPRESIÓN JASÍDICA HASTA CAER EN LA IMAGEN
GROTESCA: "Yo quisiera que me fuera posible renacer como una vaca a
fin de que un judío pudiera venir por la mañana para tomar un poco
de mi leche y reconfortarse antes de comenzar el servicio de
Dios"
*
HECHOS PRODIGIOSOS DE LOS TZADIKIM: "Se cuenta que Rabí Búnam
viajaba por el interior del país con sus discípulos. Mientras se
hallaban en camino cayeron en un sueño profundo. Repentinamente los
discípulos se despertaron. El carruaje había llegado a un claro en
la enmarañada profundidad del bosque y no se advertía huella alguna
de todo lo que abarcaba la vista. Despertaron al tzadik. Éste miró a
su alrededor y gritó: '¡Guardián!'. De la espesura surgió la
respuesta: '¿Quién va?'. Contestó el tzadik: 'El farmacéutico de
Pzhysha'. La voz, amenazadora, replicó: "¡Esta vez, pero nunca
más!". Entonces se desplegó un camino y el carruaje continuó su
marcha. Los discípulos reconocieron la región, pero jamás habían
visto un bosque en esos lugares. Y no se atrevieron a mirar
atrás".
*
POR CADA SANTO CUATRO DIABLOS: "Cuando el Baal Shem formó a los
primeros jasidim, la inclinación al mal se vio en grande apuro
porque, como explicó a sus seguidores, 'ahora los jasidim del Baal
Shem incendiarán el mundo con su santidad'. Más finalmente imaginó
una salida. Se disfrazó, pretendiendo ser alguien diferente, y se
presentó ante dos jasidim que vivían juntos en cierta ciudad.
'Vuestra obra es digna de alabanza', les dijo. Pero debiera de haber
al menos diez con vosotros para que podáis rezar en quorum'. Y buscó
a ocho de sus gentes y las unió a aquellos dos jasidim. Y como
carecían de dinero para comprar un rollo y otras cosas que les
faltaban, trajo a un hombre rico -otro de sus adherentes-, el cual
los proveyó de todo lo necesario. Y así fue procediendo en todas
partes. Cuando hubo terminado dijo a sus huéspedes: 'Ahora ya no hay
nada que temer. Porque somos la mayoría, y eso es lo que
cuenta".
*
La siguiente NARRACIÓN DE DIFÍCIL COMPRENSIÓN prueba que no están
"haciendo literatura": Cierto día Rabí Isajar llamó a su huésped y
llevándolo a la ventana le señaló algo y dijo: 'Mira, Rav de
Mogielnica, ¿ves tú?'.
Terminada
la fiesta, el rabí de Mogielnica danzó alrededor de la mesa cantando
en vos baja: 'El santo hombre, nuestro hermano, me ha mostrado una
luz. Grande es la luz que me ha mostrado. Pero quién sabe, quién
sabe cuántos años pasarán, cuántos años dormiremos antes de que
llegue hasta hasta nosotros, antes de que llegue hasta
nosotros?".
*
LA EXPLICACIÓN MÁS FÁCIL: Estaba el maestro estudiando la Torá
cuando entró uno de sus discípulos. Entonces el maestro le dijo "Dí
un versículo de la Torá y yo te lo explicaré'. Bunam dijo el primer
verso que le vino a la memoria: 'Y habló Moisés en oídos de toda la
congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo'.
'Hasta
acabarlo', repitió el Iehudí, y volvió a su libro. La entrevista
había terminado".
*
Comprensión de que la YIHAD forma parte de la vida:
"Ocurre
a veces que estalla una guerra entre dos reinos, y la guerra dura
treinta años. Entonces, de los gemidos de los que cayeron en el
campo de batalla y de los gritos de los vencedores nace una melodía,
para que pueda ser cantada ante el tzadik".
*
CLASES DE "HOMBRES JUSTOS": "Hay dos clases de servicio y dos clases
de tzadikim. Unos sirven a Dios con el estudio y la oración, los
otros con el comer y el beber y los placeres terrenales, a todo lo
cual elevan a la santidad. Esta es la clase de la cual se murmura.
Pero Dios los ha hecho como son porque no quiere que sus deseos sean
para el hombre una prisión, sino que se sienta libre con ellos. Tal
es la vocación de estos tzadikim: hacer libres a los hombres.
Aquéllos son los señores del mundo manifiesto, éstos los del mundo
oculto. Es ante éstos que se revelan los secretos y se muestra el
significado de los sueños (...) Hay dos clases de tzadikim. Unos
estudian y rezan todo el día y se mantienen alejados de las
cuestiones mundanas con el fin de alcanzar la santidad. Otros, en
cambio, no piensan en sí mismos, sino sólo en hacer volver a Dios
las chispas sagradas que están ocultas en todas las cosas, y se
preocupan por todo lo que es humilde. Los primeros, que están
siempre atareados preparándose para el Cielo, y se han reservado a
sí mismos para el Señor, son lo que el versículo llama 'los Cielos'.
Pero los otros son la tierra dada a los hijos de los hombres".
*
AMAR A LOS HOMBRES: "El rabí de Sasov visitaba a todos los niños
enfermos de la ciudad, se sentaba junto a sus lechos y los cuidaba y
asistía. Una vez dijo: 'Aquel que no está dispuesto a sorber el pus
de la llaga de un niño enfermo de peste no ha ascendido ni siquiera
la mitad de la montaña del amor al prójimo".
*
EL MUNDO DE LA CONFUSIÓN: "Se cuenta que: Un muerto, a quien Rabí
Isajar de Wolborz conociera en vida como miembro prominente de la
comunidad, vino a él e imploró su ayuda diciendo que su eposa había
fallecido hacía algún tiempo y que ahora necesitaba dinero para
arreglar su matrimonio con otra mujer. '¿No sabes', le preguntó el
tzadik, que no estás ya entre los vivos, que te hallas en el mundo
de la confusión?'. Como el hombre se negara a creerle, le alzó los
faldones de su gabán y le mostró que llevaba puesta la
mortaja".
*
LAS PALABRAS QUE NO FUERON ESCUCHADAS: "Una vez, después que el rabí
de Kobryn hubo enseñado la Torá en la cena del shabat, dijo a los
jasidim que estaban sentados a su mesa: 'Veo que las palabras que
dije no llegaron al corazón de uno solo de vosotros. Y si me
preguntais cómo lo sé, puesto que no soy profeta ni hijo de profeta,
os explicaré la razón. Las palabras que vienen del corazón van al
corazón con toda su verdad. Pero si no encuentran un corazón que las
reciba, Dios se apiada del que las dijo: No permite que sigan
errando por el espacio, sino que las hace retornar al corazón del
que partieron. Esto es lo que ocurrió conmigo. Sentí algo así como
una embestida, y todas se agolparon nuevamente en mi corazón'.
Poco
tiempo después de la muerte de Rabí Moshé, uno de sus amigos dijo:
'Si hubiera abido alguien a quien pudiera hablar, todavía estaría
vivo".
DISCURSO
TEOLÓGICO ELABORADO A PARTIR DE LA
EXPERIENCIA
JASÍDICA (SEGUNDA
PARTE)
Cierto
devoto, que de niño, recorría los pasillos de su casa exclamando:
"Quiero decir sólo Tú, únicamente Tú", solía decir a sus discípulos
que el hombre de Conocimiento cada mañana, al despertarse, "ve que
Dios le ha devuelto el alma y le ha convertido en una nueva
criatura", y comienza a dar gracias por la resurección de que ha
sido -de que todos somos- objeto:
"Hoy
al despertar me pareció que yo no estaba vivo. Abrí los ojos, me
miré las manos y vi que podía hacer uso de ellas. Así pues, las
lavé. Miré luego mis pies y vi que podía caminar y di varios pasos.
Entonces dije la bendición: 'Bendito seas tú que resucitas a los
muertos'. Y supe que vivía".
Este
hombre creía que cada ser debía de hacer despertar a todos sus
huesos para que dijeran cada mañana "Gloria a Dios".
Cada
mañana antes de ir a rezar, tomaba providencias respecto de su casa
y decía su último adiós a su esposa y a sus hijos, porque cada vez
que se enfrentaba a la oración llegaba al límite entre la Vida y la
Muerte, y nunca supo si sobreviviría a la tentación del retorno a su
Señor.
Al
encaminarse desde su casa a la Casa de Oración, atravesaba una zona
montañosa. Se dice que el susurro de las cosas que crecen (en el
campo) le hablaba del futuro. Al llegar, su cara estaba como
transfigurada. Cuando le preguntaron, contestó:
"Cuando
un viajero anda por los caminos de Dios, entonces, lo sepa o no, las
sagradas chispas adheridas a las hierbas del campo y a los árboles
del bosque se precipitan y se unen a él. Y esto lo alumbra con una
gran luz".
En
ocasiones, se sentaba a meditar a mitad de camino, y hay quien le
oyó decir:
"A
veces, cuando contemplo el mundo, me parece que cada hombre es como
un árbol solitario en el desierto, y que Dios no tiene a nadie en el
universo más que a él..."
Cuando
caminaba, sabía que su camino era hacia Dios, porque -según decía-
"El impío no tiene senda. Tiene una ciénaga, un pantano. Su camino
es la ilusión de tener un camino. Todo camino es camino hacia
Dios".
Llegó
a la Casa de Oración, e hizo sus preces. Tras de la cual, en estado
de ausencia de sí mismo, habló y dijo:
"Como
hay un pájaro que canta en alabanza de Dios con tal fuerza que su
cuerpo estalla, cuando el mundo fue creado, el flujo de la luz era
tan ilimitado que el mundo no podía soportarlo, y las vasijas se
rompían. Por consiguiente, la luz fue limitada, de modo que pudiera
ser recibida y contenida. Y ése es el significado del modo natural:
limitar la abundancia en la medida circunscripta de los vasos".
Le
pidieron que explicase las palabras de la Biblia: "Y estas palabras
que yo te mando estarán hoy sobre tu corazón". Y dijo:
"Este
versículo no dice 'en tu corazón' sino 'sobre tu corazón'. Porque
hay momentos en que el corazón está cerrado. Mas las palabras
descansan sobre el corazón y cuando éste se abre en las horas de
gracia, ellas se hunden en él profundamente".
Más
tarde volvía a su casa. Cuando recitaba la plegaria de la tarde se
hallaba cara a cara con el Mundo de la Emanación, y
decía:
"Es
por nuestras acciones por lo que comprendemos"
Nunca
soportó que nada se interpusiese entre Él y Dios. Hasta el punto
que, cuando envejeció, como quiera que comenzara a sufrir de los
ojos, alguien le aconsejó que usara lentes para leer. Pero él se
negó: "No quiero levantar un muro entre mis ojos y el Libro
Sagrado", dijo.
Sus
discípulos aprendieron de él que el enlace del hombre con Dios va
teniendo lugar a lo largo de su existencia terrestre por el sólo
afán de vivir del hombre, sólo que -según decía-"al final, después
de todo, algunos hombres se olvidan de comprar el 'anillo de bodas'
que es la santidad".
[1]
Traducción
de Salomón Merener del texto de Martin Bubber en Paidós
Orientalia.